La Pluma con el casco infantil |
Durante las fiestas han acontecido en nuestra ciudad varios hechos
reseñables que vamos a intentar contaros.
La capitanía mora, Moros Negros La Pluma, se encontró con más apuros
de los que cabía esperar. Todo comenzó con los problemas al ponerse los cascos,
ya que la preparación física que durante el año llevan los comparsistas para
fortalecer el cuello y poder soportar así los enormes cascos que portan no fue
del todo buena, y hubo dos heridos en el desfile que esta mañana se han
levantado con tortícolis, y van a tener que portar collarín durante diferentes
periodos de tiempo.
Eso no fue todo, durante el desfile hubo varios que no pudieron
contenerse las ganas de mear, por lo que también tuvieron que atender al único
comparsista de toda la pluma que no se meó encima, Palomo, porque aguantó todo
el desfile y los riñones se resintieron en exceso. Por ello, la comparsa ha
pedido a la Junta Central que les dejen incorporar la tecnología a los trajes,
por lo que el año que viene se someterá a referéndum si los trajes se sondarán
para poder mear mientras se desfila, algo que se ha probado con relativo éxito
en los caballos de los dos boatos de estas fiestas.
La anécdota final saltó al desvestirse, cuando en uno de los trajes
apareció un comparsista que creían desaparecido de un desfile de otro pueblo,
que llevaba prácticamente un mes sin poder salir del traje, y habría podido
sobrevivir alimentándose del lodo de las esponjas para evitar las partes duras
del casco había acumulado con los años.
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La calle mayor |
Con esto concluyen unas fiestas espectaculares en la que las
diferentes comparsas han hecho lucir las calles de Guardamar, que se volverán a
asfaltar para paliar los destrozos que el CID ha hecho en el suelo al desfilar, de modo que la general permanecerá cerrada hasta un día antes que vuelvan a venir los madrileños a Guardamar, así ellos puedan estar bien.
Muchas gracias a todos por disfrutar de estas fiestas y hacerlas
especiales. El año que viene más.