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Foto 1: la burra |
Madrid entera ha iniciado la invasión de nuestras tierras que se ha hecho
patente ya esta mañana, cuando a las 12 del mediodía seis guardamarencos han
llegado a la guardia civil denunciando que habían sido pisoteados por una masa
enfervorecida cuando estaban en mercadona, donde miles de señoras con carritos,
y señores con los brazos cruzados, gafas de sol, gorras de publicidad y de
España, y que sabían de todo han ido a buscar cosas que “en Madrid no le hay”, y así llenar sus neveras, vacías desde
verano.
Los objetivos de esta multitud invasora son de lo más variopintos: llenar
los paseos de Guardamar de cáscaras de pipas, quitar todo el aparcamiento posible
de tu calle, monopolizar el pádel y, por supuesto, quejarse de todo lo que
puedan echándole la culpa a los habitantes de Guardamar, como de la lluvia, que
ellos mismos traen a un pueblo donde 360 días al año hay un sol de justicia.
Una representante del colectivo comentaba esta mañana: “Yo llevo viniendo de vacaciones a Guardamar 56
años, desde que era así de chica (gesto con la mano a la altura de su cintura)”
Tras lo cual nuestro corresponsal ha sido increpado por preguntarle “¿y ahora que es así de chico? (gesto a la
altura de la señora)”. Por tanto ha seguido preguntando a madrileños hasta
que ha dado con uno muy simpático: “Esto
es alegría para el pueblo, si aquí no hay nada en todo el año hasta que
llegamos nosotros. Tendréis queja, encima que venimos a daros de comer… ¿Cómo está
la playita?”. Estas declaraciones han sido aplaudidas por los madrileños
que se agolpaban alrededor de la entrevista por si decidíamos sacar una cámara
y grabar, para que así sus amigos se mueran de envidia “¿y esto cuando lo ponéis? ¿Le puedes gravar al niño?”, nos pregunta
un visitante al despedirnos.
Desde la redacción queremos cargar de paciencia a los habitantes de
Guardamar para que la Semana Santa transcurra sin ningún incidente. Hay que
aguantar las colas de mercadona, que pidan un café para dos, que critiquen los
precios de las cañas y que sean sin tapita, así como que dejen a tu hijo o hija
con la mitad de caramelos robándoselos de las manos directamente a los
capuchinos, gremio que ya ha denunciado que se siente desprotegido ante este
fenómeno, ya que en el trayecto de casa a la manifestación del K.K.K. procesión muchos son asaltados y desposeídos de puñás de caramelos.
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Foto 2: Madrileños en la cola de mercadona |
¡Pero no todo es negativo! Toda esta historia solo afecta a los
madrileños a medida que se acercan a la tercera edad. Los madrileños y
madrileñas jóvenes llenan de alegría a la juventud Guardamarenca pues llegan
cargados de buen rollo y ganas de ponerse más borrachos que el Bubalú noche
tras noche. Desde cine más copas ya nos han comentado que esperan superar en un
500% su clientela, por lo que se calcula que unas 25 personas podrían acudir
esta noche.
Para empezar, a modo de broma, nuestra bienvenida ha sido cortarles la
calle para que se piensen que aún estamos en obras, pero luego el Rotary Club
les ha preparado una paella y una exposición de leyendas de la carretera, donde
han podido disfrutar de automóviles de lujo de varias épocas.
Es el primer día: cruzamos los dedos.