miércoles, 18 de abril de 2012

Encuentran un niño perdido en la pinada de Guardamar


Julián, el niño perdido

Los trabajadores del voluntariado ambiental, que han desempeñado una excelente labor esta Semana Santa, fueron testigos de algo insólito en una de las batidas de limpieza que organizaron.

Tras cruzar el canal del Tio Batiste y coordinar los relojes se dispersaron en parejas para seguir recogiendo mierda basura. Una de ellas avisó por radio y dio unas precisas coordenadas a las que el resto del grupo acudió. Nadie podía creer que estaba viendo. Un ser humano de metro ochenta aproximadamente y que vestía una especie de taparrabos fabricado con hojas de eucalipto aglutinadas con aloe vera y resina. El individuo trepaba y se movía por las ramas con gran habilidad y era asustadizo ante la presencia del resto de humanos, de modo que costó horrores que los chicos y chicas del voluntariado le dieran caza.

Una vez capturado fue llevado en una bolsa de basura de la comunidad hasta Epi-1 y allí fue encerrado hasta que una dotación de la policía local se hizo con la situación. Tras duchar y asear al individuo con el grifo y lo de hinchar las ruedas de los coches de la gasolinera pudieron comprobar que no hablaba nuestro idioma y que su comportamiento era 100% animal. Para explicar todo aquello solicitaron la ayuda de La Guia de Guardamar, que envió a uno de sus expertos en inventar historias y dictaminó que ese chico se perdió de pequeño en un día de mona y las ardillas lo alimentaron y cuidaron hasta su madurez en una zona recóndita de la pinada pero ahora su mundo se le había quedado pequeño, por lo que se encontraba fuera de su territorio y de la protección del resto de las ardillas.
Papá y Mamá adoptivos

En la base de datos de la policía no consta ningún desaparecido, por lo que se sospecha que Sor María pudo engañar a los padres de la criatura y estar también detrás de esta historia. Por su parte, el niño perdido ha iniciado su socialización en el seno de ADIMAR, y se le ha ofrecido un piso “patera” en el que el día de las elecciones había empadronadas ciento setenta personas pero que, a día de hoy, está vacío.

Se espera que Julián, como se ha bautizado al individuo, pueda pasear por el pueblo de manera controlada para observar sus reacciones al encontrarse con Antoñico “El Calavera”, con “el señor de la noche”, Pedro el de los cupones y Jorjón a partir de los dos años de trabajo socializador. Tras esto quedará libre y se le dará un puesto de trabajo en el propio voluntariado.


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